Jaime Camil no descarta la dirección

Definitivamente “7 Días” fue un antes y un después en mi carrera /Foto: Robin Canul

J. Antonio Marín Bañuelos / El Expreso de Campeche
Carismático, como lo hemos visto en la televisión y el cine, como ha conquistado a miles de fans, Jaime Camil, uno de los actores protagonistas de la cinta “Los árboles se mueren de pie”, la cual vive su última semana de filmación en Campeche, platicó en exclusiva con EL EXPRESO, dejando claro que se marchará enamorado del estado y que entre sus planes estaría, por qué no pensarlo, hasta ser director.
El mexicano, de ascendencia brasileña, actor, comediante, cantante y conductor, concedió una entrevista para Click! a unos días de marcharse de la ciudad, puesto que la cinta del director Roberto Girault terminará de grabarse en el DF. Pero Camil, amable y agradecido con este medio de comunicación, contó parte de su vida, proyectos y del actual momento que vive el cine mexicano.

– Son tus últimos días en Campeche puesto que la filmación de “Los árboles mueren de pie” se trasladará al DF para luego comenzar su edición y estrenarla en el 2014 pero, ¿qué experiencia te llevarás, primero de la película y luego de la ciudad?
Primero que nada debo agradecer a EL EXPRESO de Campeche el cariño, cobertura y seguimiento que le ha dado, tanto a mi estancia en su maravillosa ciudad, como a la hermosa película que estamos filmando. Siempre han cuidado la veracidad en sus relatos y se han guiado por una intachable ética profesional. ¡Gracias y felicidades por esa línea editorial!
“Los árboles mueren de pie” le dará al espectador una hermosa historia cinematográfica y le dará a Campeche el lugar que se merece. ¡Haber vivido por un mes en esta ciudad ha sido genial! Conocí lugares emblemáticos como la zona arqueológica de Calakmul que fue un sueño. La gente es educada, prudente y amorosa. Será difícil dejarlos para ir al DF a terminar la filmación, pero sepan que siempre ocuparán un lugar especial en mi corazón, tanto la ciudad como sus habitantes y servidores públicos.

– Has trabajado con famosas muy talentosas y ¡muy guapas! Por ejemplo con Gabriela Vergara hiciste “Recién Cazado”. ¿Cuál es el secreto para que las actuaciones te salgan tan… naturales?
¡Gracias! Creo que de eso se trata mi trabajo, de que el público me vea actuar de manera natural en las circunstancias y alrededores menos naturales –un set de cine lleno de personas, luces, indicaciones, marcas precisas, en fin–. Si bien es cierto que me siento muy cómodo realizando comedias románticas, en mi carrera (que este año cumple 20 años) he hecho personajes diversos como el hijo de un mafioso (Tony Zamacona en “7 Días”), el hermano de un revolucionario (Eufemio Zapata en “Zapata”), un Padre católico en problemas (Silvestre en la obra musical “El diluvio que viene”), el cerebro financiero de un cártel (Eladio en “Salvando al Soldado Pérez”) y ¡hasta una mujer! (Eva en “Por ella soy Eva”). En todos mis trabajos la gente me ha honrado al decirme: “Se ve tan natural”. Pareciera que el papel lo escribieron para usted…; No puedo pensar en un mejor elogio para un actor… Bueno, quizá cuando me preguntaron en la calle: “Ya díganos la verdad, ¿quién hace a EVA?” (cuenta entre risas).

– Mucho trabajo en cine, más de 15 cintas en las que has participado, varias como protagonista. ¿Cuál es tu favorita o de cuál has aprendido más?
Definitivamente “7 Días” fue un antes y un después en mi carrera cinematográfica. Me valió una nominación a un Ariel y me otorgaron una Diosa de Plata. Creo que esa cinta me ha vuelto hasta un poco de culto y mi personaje Tony Zamacona fue muy querido por el público. Después están cintas como “Recién Cazado” que fue muy divertida, “Regresa” que fue una hermosa historia de amor y esperanza, “El cielo en tu mirada” en donde fui el actor de soporte de la historia… No sé, creo que cada cinta tiene un lugar muy especial en mi corazón y todas significaron algo muy importante en su momento.

– Dentro de tu trabajo te tocó participar en “Zapata, El sueño de un héroe”. ¿Cómo fue tu preparación para interpretar al hermano de Emiliano Zapata (Eufemio)?, ¿es Zapata el personaje al que más admiras de la historia de México?
Definitivamente fue una cinta que requirió una cierta preparación y estudio. Leí muchas biografías y libros sobre los Zapatistas, las versiones que los enaltecen y las no tan buenas. Me apoyé mucho actoralmente en mi querido amigo Jesús Ochoa para las escenas (porque Alfonso Arau estaba muy ocupado con Alejandro Fernández y digamos que no pelaba mucho a sus otros actores).
Un primo que es historiador (Beto Abe Camil) me ayudó mucho a comprender quién era Eufemio. Cómo vivía, qué le gustaba (básicamente las mujeres… ¡casadas o no!) y cómo murió. También me guió bastante por el mundo de Emiliano Zapata y su familia. Desde luego había que entender a Emiliano para entender la relación con su hermano. Y sí, sin duda alguna de los personajes de la Revolución Mexicana a quien más admiro es a Emiliano Zapata.

"Campeche siempre ocupará un lugar especial en mi corazón", dijo /Foto: Robin Canul

– En cuanto al cine mexicano, ¿ves un cambio generacional? ¿Quedaron atrás Cuarón, Iñárritu, Del Toro?
¡No! Para nada. De hecho van de punta de lanza. Claro que hay una generación nueva y cineastas que está haciendo cosas muy interesantes. Mi mismo director, Roberto Girault, es joven y tiene una visión muy fresca para sus historias sin embargo no deja de respetar el lenguaje cinematográfico clásico. Ahí tienes al buen Gary Alazraki (que me dirigió en el corto “Volver volver” junto a Martha Higareda y Tony Dalton), director de “Nosotros los nobles” que, el día de hoy, se ha convertido en la película más taquillera del cine nacional. Es decir, las generaciones viejas y nuevas sólo se complementan entre ellas y, la idea, es que todas enaltezcan al cine Nacional en el mundo.

– En tu trabajo con Girault, una de las nuevas promesas del cine mexicano, ¿cómo fue el contacto? ¿Él te llamó?
Es un buen amigo, hizo un maravilloso trabajo con “El estudiante” y me gusta mucho como escribe y como cuenta sus historias. Se rodea de un equipo muy talentoso y es muy bueno para elegir a su cast (elenco) y, precisamente ese es el único momento en donde el director no se puede equivocar porque si se equivoca ahí ya se jodió el asunto! (bromea).

– Hay actores que ahora apuestan a ser guionistas, directores o productores, ahí está el caso de Ben Affleck que ya ganó un Oscar. Has incursionado en radio, televisión, cine, ¿dónde te ves dentro de 10 años?
Alguna vez vi una entrevista de Robert Redford en donde le preguntaban que cómo supo que quería dirigir, el respondió: “Porque siempre estaba cuestionando al director, imaginaba poner las cámaras en lugares diferentes, guiar a los actores de otra forma o hacer la dirección de fotografía distinta”… ¡Me suena, me suena! (Cuenta al tiempo que lanza una carcajada).
Definitivamente me veo dirigiendo y desde luego actuando. Amo estar frente a las cámaras pero creo que, gracias a eso, puedo ser un buen director de actores (que a fin de cuentas es la materia prima de un film). Hablo su idioma, entiendo lo que está pasando por su cabeza porque a fin de cuentas es también la mía. He aparecido como cooproductor de algunos films como Chiapas, El corazón del café que más bien fue una producción ejecutiva, no financiera. Desde luego hay deseos de producir e incursionar en otras áreas del entretenimiento pero todavía está en proceso de planeación.

– Viajas constantemente a Estados Unidos e incluso tienes ya la residencia y te ha tocado ver opiniones malas y buenas de México, ¿crees que ahora está cambiando la percepción hasta nuestro país?
La peor percepción de nuestro país la tienen los mexicanos y, gracias a ellos (principalmente los noticieros y medios de comunicación… ustedes incluidos –dice entre risas–), ¡los extranjeros nos tienen pavor! Parece que sólo quieren proyectar en sus noticieros o medios impresos las malas noticias de México, pareciera que, para ellos, lo único que vale la pena difundir en sus programas es todo lo malo que acontece en nuestro País. Peor aún, cuando pasa algo positivo como ganar un premio en un Festival de Cine, o que el “Checo” Pérez gane la Fórmula Uno, hay conductores que se atreven a decir: “De vuelta al México real, cortan la cabeza a 10 en Ciudad Juárez”… ¡Ah caray! O sea que ganar festivales de cine o una F1, ¿no son parte del México real? Acaso para ellos el México real es únicamente el de las tragedias, crimen organizado, manifestaciones, enfrentamientos, etc? Es como si en Nueva York se tomara la decisión de olvidarnos de Broadway, la celebración del año nuevo, en fin. No digo ocultar esta realidad de México, digo que también se difundan las otras muchas realidades de nuestro país.

– ¿Qué les aconsejas a los jóvenes de hoy, a los empresarios? Y los que quieran hacer cine, ¿cuáles son las claves?
Jamás me inicié como empresario. Siempre fui artista. Hay una percepción muy equivocada de la gente. Que era un “junior”, que mi padre me compraba la carrera, que yo pago mis propios proyectos. Todo es mentira y calumnias y, el día de hoy, los resultados hablan por sí solos. De hecho mi papá no quería que yo fuera artista (que lo heredé de mi madre por cordón umbilical), él quería que yo fuera empresario y, cuando decidí seguir mi sueño del entretenimiento no hubo mucho apoyo que digamos. Yo y mi familia vivimos de mi profesión.
Para ser mejores mexicanos hay que ¡querer serlo! ¡Así de fácil! Dejar de culpar al gobierno o las instituciones y empezar a asumir responsabilidades.

– Fuera de tu familia, ¿qué líder o lideresa es a quien más admiras?, ¿Carlos Slim? ¿Lo fue Margaret Thatcher? ¿Bill Gates?
Realmente no admiro como tal a alguien en particular, hay varios personajes que moldearon el mundo en el que vivimos ahora y cada uno de ellos merece su lugar. Así como creo que la conectividad y el mundo de la tecnología no sería lo que es hoy sin Steve Jobs, también creo que el corporativo de Carlos Slim no existiría sin los albañiles que lo construyeron. Cada ser humano tiene un valor muy claro en la sociedad.

"Jamás me inicié como empresario. Siempre fui artista", reveló / Foto: Robin Canul

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